viernes, 1 de mayo de 2009

Sardinas y baile en Orito

Hemos pasado un día de convivencia en Orito. Algunos hemos subido al monte donde está la cueva de San Pascual Bailón. Que mira por donde, lo vamos a adoptar como el santo patrón del grupo, por lo del "baile" y el "bailón". ¡Asignado!





Ha hecho mucho calor y en la subida algunos hemos corrido como liebres, como si llevásemos a los perros pisándonos los talones o se nos hiciera tarde. Al llegar arriba hemos respirado, y después de visitar la cueva del santo nos hemos refrescado en la fuente y hemos iniciado el viaje de vuelta al campamento. Esta vez, más tranquilos y en varios grupos, cada uno por un itinerario distinto.







El bueno de Simón ha sido el organizador. Se ha ocupado de comprar todo y los amigos de Orito, Pascual y Maria Dolores se han acercado muy amablemente con la furgoneta al pueblo a traerse sillas porque no había para todos. Algún despistado no había caído en la cuenta de que se está más cómodo en una silla que en una piedra y se le habían olvidado... él sabe muy bien quién es.



Mientras los chicos hemos rodeado la plancha para hacerle abrigo y que no se apagara con el viento, las chicas han arreglado el comedor a la sombra de un árbol.





El Cuqui se ha ocupado de poner las sardinas en la plancha, pero había un problema, la plancha no se calentaba ni a la de tres y los chicos hemos bromeado sin parar de soltar frasecitas tipo.- "La plancha esta fría", "¿Como está la plancha, Simón?", "si que tardan... esto va a ser que la plancha esta fría...". Simón que es muy buena persona, solo mostraba una sonrisa enigmatica y no ha dicho nada... (más vale).




Al final hemos dado buena cuenta de las sardinas y de todo lo demás comestible que había sobre las mesas.


Unos hemos optado por seguir sentarnos y descansar (no sabemos de qué), otros, hemos puesto música en un coche y hemos improvisado una pista de baile en la carretera y nos hemos marcado unos bailes. ¡Somos todo terreno!














Luego hemos cambiado de actividades. Algunos chicos nos hemos ido a jugar a la petanca donde curiosamente han ganado los novatos y mientras tanto las chicas han estado practicando sevillanas y Ascen se ha puesto de profesora para tratar de enseñarle a José Antonio2, que dice que no le gusta que le llamen así, pero como hay dos José Antonios hay que diferenciarlos de alguna manera. Alguien ha sugerido que le llamemos por el apellido Cortijo, pero parece que para algunos (entre ellos Ramoni) es difícil acordarse, porque cuando quieren referirse a él se acuerdan de cosas parecidas, "Chalet", "Casa de campo", pero no del apellido en cuestión.





Ya caída la tarde, cuando nos íbamos a marchar, al Cuqui no le funcionaba el coche porque se había dejado las luces encendidas. Lo hemos tenido que arrancar haciendo un puente con las pinzas de Fernando y el coche de Jose Antonio. Menos mal que somos un equipo.

Cuando el sol se acostaba por Monforte, nos despedíamos de Orito y volvíamos a casa. Lo hemos pasado bien.